Reloj Certina DS-2 Powermatic 80

El Reloj Certina DS-2 Powermatic 80, calibre ETA Powermatic 80.611. es automático, con calendario. Certina DS-2 Powermatic, 80, devuelve a la vida el llamativo look de los sesenta con un moderno calibre automático con espiral Nivachron TM antimagnética.La historia está salpicada de nombres y fechas que han marcado su transcurso. En los registros de la marca relojera suiza Certina, el año 1968 es uno de esos hitos: fue entonces cuando el DS-2 marcó nuevos estándares de referencia en materia de resistencia. Esquinas y bordes perfectos. Con el primer modelo DS-2 de 1968, Certina abrió un nuevo capítulo en la historia de la producción de relojes de extrema fiabilidad. Así, continuó con coherencia y un estilo sublime la próspera historia que había comenzado nueve años antes con el DS-1. Ahora, como entonces, el DS-2 destaca por su caja en forma de tonel, o, como se la describió en la presentación del producto en 1968, de «elipse achatada por ambos extremos». Las esquinas y los bordes suaves se combinan con una esfera redonda y un cristal de zafiro. El nuevo DS-2 está disponible en cuatro modelos, con la esfera en negro mate o satinada en color plateado, azul o negro. Las agujas y los índices rectangulares con Super-LumiNova® subrayan el carácter vintage del reloj. La caja de acero inoxidable, de 40 mm de ancho y 38 mm de largo, luce montada en una pulsera milanesa o una correa NATO de #tide ocean material®, un material fabricado con plásticos extraídos del mar.El poder de la mecánica moderna a pesar de la extrema similitud del nuevo DS-2 con su predecesor, se presenta con una decidida independencia en su interior. En el nuevo modelo late un calibre automático de absoluta vanguardia con hasta 80 horas de reserva de marcha y espiral NivachronTM antimagnética, visible a través del fondo de zafiro. Este mecanismo acciona con fiabilidad las agujas de las horas, los minutos y los segundos, así como la fecha que aparece en las 3 h. Gracias a la corona enroscada y al sistema DS, el reloj es hermético hasta 20 bar (200 m). Frente a la nostalgia, el DS-2 deja una cosa clara: en el arte de la alta relojería, el tiempo nunca se detiene.